Los trabajadores independientes lo hacen por cuenta propia. Sin embargo, no todos los trabajadores por cuenta propia cuentan como trabajadores independientes.
Resulta que hay algunas diferencias importantes entre estos dos conceptos que pueden afectar a la forma en que se realiza el trabajo y se pagan los impuestos.
A continuación te explicamos cómo distinguir con seguridad entre trabajadores independientes y autoempleados a efectos legales. Repasaremos lo siguiente:
- Qué es un trabajador independiente
- Qué es el autoempleo
- La diferencia entre los trabajadores independientes y los autoempleados
- Cómo clasificarse a sí mismo
- Qué tipo de estructuras empresariales están disponibles para los trabajadores independientes y los autoempleados
¿Qué es un trabajador independiente?
Es una persona que provee para el público en general (empresas o particulares) bienes o servicios.
Los trabajadores independientes, como su nombre indica, tienen una gran independencia en su trabajo y se puede identificar por:
- Control de la conducta — Los trabajadores independientes están al mando hasta el final y tienen un gran grado de control. Las horas de trabajo, la ubicación, las herramientas, el equipo y los medios de trabajo, así como el proceso creativo en su totalidad, son determinados por un trabajador independiente. Además, pueden elegir cada tarea como deseen, según el contrato que hayan firmado con la otra parte.
- Tipo de relación — Son contratados por un periodo de tiempo determinado para realizar tareas no cruciales para un cliente. Por ejemplo, un bufete de abogados puede buscar un experto en diseño para que mejore sus materiales de marketing, como un contrato único.
- Control financiero — Se encargan del aspecto comercial de su trabajo. Esto significa que tienen la capacidad de decidir cómo invertirán sus ingresos empresariales en su equipo y formación.
¿Qué es el autoempleo y cómo se compara con los trabajadores independientes?
El autoempleo es una clasificación general de la forma en que alguien obtiene sus ingresos. Ser autoempleado significa no trabajar para ninguna empresa en particular, pueden contratar trabajos para varios clientes. Pueden usar sitios web de freelancers, LinkedIn, navegar por sitios web de empleo o confiar en su reputación, recomendaciones y el boca a boca para encontrar nuevos clientes o ser contactados por ellos. Pueden tener su propio negocio o trabajar solo a tiempo parcial.
Los trabajadores independientes son un tipo de clasificación fiscal dentro del espacio del autoempleo. Por eso, todos los contratistas independientes son autónomos, pero no todos los autónomos son contratistas independientes.
A modo de analogía, comparemos los términos "nadador olímpico" y "nadador". Un nadador olímpico tiene una definición precisa: una persona que compite en una prueba de natación olímpica. Un nadador es más general: cualquier animal que se mueve en el agua. Así que Michael Phelps podría considerarse nadador olímpico y nadador, pero un delfín es solo un nadador (aunque probablemente ganaría un par de medallas de oro si pudiera competir).
Tanto los trabajadores independientes como los autoempleados pueden elegir libremente lo que van a hacer, cómo y cuándo lo van a hacer, y definir sus tarifas. Disfrutan de flexibilidad con su trabajo y su tiempo.
Sin embargo, los trabajadores independientes y los autoempleados se pierden importantes beneficios y protecciones de los que gozan los empleados a tiempo completo. Tienen que cubrir los impuestos y las cotizaciones sociales por sí mismos. No disponen de tiempo libre remunerado, bajas por enfermedad, planes de pensiones, ni seguro médico.
Y en Estados Unidos, las normas de la FLSA (Fair Labor Standards Act) no se aplican a los no empleados, por lo que no hay salario mínimo garantizado, ni cobertura por desempleo, ni indemnización por accidente laboral.
Excepción: debido a la pandemia, el Congreso aprobó en 2020 la Ley CARES (Coronavirus Aid, Response, and Economic Security Act), que da derecho a los trabajadores independientes a recibir beneficios por desempleo.
Cuando tu empresa está en crecimiento, tener freelancers es una gran idea; pero si tu equipo ha crecido es hora de considerar la implementación de una política de conversión a colaboradores.
Trabajador independiente frente a un autoempleado: ejemplos
Hay muchas similitudes entre los trabajadores independientes y los autoempleados, tanto que pueden parecer lo mismo.
Los trabajdores independientes son autoempleados por cuenta propia. Al mismo tiempo, no todos los autoempleados pueden clasificarse como trabajadores independientes.
Una forma de explicar esto es a través de un ejemplo de dos escenarios:
Escenario 1. Imagina que eres un diseñador de moda y trabajas para varias marcas al mismo tiempo. Firmas contratos con diferentes marcas y diseñas una colección limitada de prendas de vestir, o trabajas para ellas durante un periodo de tiempo determinado. Este es el típico trabajo de trabajador independiente (y también contarías como autoempleado).
Escenario 2. Trabajas como diseñador de moda, pero estrictamente para ti mismo. Lo haces todo por tu cuenta: el almacenamiento, el taller, el diseño, la costura y el envío. La principal diferencia con el escenario 1 es que eres tu propio jefe pero no tienes contratos de trabajo con otras entidades empresariales. Tus ingresos son de creación propia, por lo que eres autoempleado, pero estarías mejor clasificado como propietario de una pequeña empresa.
También es posible ser un empleado y un trabajador independiente al mismo tiempo. Por ejemplo, un desarrollador experto que escribe en su tiempo libre puede ofrecer servicios de redacción de contenidos para obtener ingresos extra.
Estructuras empresariales comunes para trabajadores independientes y autoempleados
Algunos autoempleados y trabajadores independientes eligen otras estructuras empresariales para su trabajo. Las opciones disponibles incluyen:
- Propietario único
- Sociedad de responsabilidad limitada (SRL)
- Sociedad colectiva
- Corporación C (bajo el IRS)
- Corporación S (bajo el IRS)
La empresa unipersonal es el tipo de entidad empresarial muy popular, especialmente para los freelancers y los trabajadores independientes. A efectos del impuesto sobre la renta, es la entidad legal por defecto cuando se inicia un negocio. Es la más fácil y barata de crear, y es un negocio unipersonal.
Como único propietario, estás legalmente "unido" a la empresa, lo que significa que asumes personalmente las deudas, pérdidas y responsabilidades de la empresa. No es necesario presentar una declaración de impuestos por separado, ya que se declaran las obligaciones fiscales personales y las de la empresa en una sola declaración.
Si piensas abrir un negocio que requiera una mayor protección de la responsabilidad, una SRL de un solo miembro puede ser una mejor opción. Conseguir dinero para las empresas unipersonales es difícil, ya que los prestamistas a veces las consideran demasiado arriesgadas. Las oportunidades de inversión también son limitadas para esta empresa no constituida en sociedad, porque no se pueden vender las acciones de la empresa o vender una participación en el negocio para adquirir capital.
Con una empresa unipersonal, no es necesario abrir una cuenta bancaria separada ni tener un nombre comercial. Sin embargo, es una buena idea mantener tus transacciones de autoempleo separadas de tus transacciones personales tanto como sea posible para que sea más fácil reclamar las deducciones fiscales. Puedes utilizar tu propio nombre personal, pero si quieres utilizar un nombre distinto para tu negocio, puedes usar el acrónimo "DBA" - abreviatura de "doing business as" - y operar con un nuevo nombre comercial.
Las empresas unipersonales gozan de popularidad en todo el mundo, pero cada país tiene leyes y requisitos legales diferentes. Independientemente del país en el que se encuentre, visita nuestro Blog Deel para saber cómo constituir una empresa individual en más de 150 países.
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